- El hotel& Spa Real Villa de Anayet ofrece unas atractivas instalaciones para los 365 días de año.
- El edificio conserva el encanto de las construcciones tradicionales alpinas pero con un interior moderno y confortable.
El pasado jueves día 14 de julio se inauguró oficialmente el nuevo Hotel & Spa Real Villa de Anayet. La familia Carreras añade a su cadena un nuevo establecimiento en el corazón del Pirineo. Miguel Carreras, presidente del grupo Eizasa, manifestó durante su intervención que la idea es que el hotel permanezca abierto todo el año. El ejecutivo anunció que no será la única inauguración que llevará a cabo su Grupo en el Pirineo aragonés. Al acto asistieron el consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro; la directora general de Turismo, Marisa Romero y el alcalde de Canfranc , Fernando Sanchez entre otras personalidades.
Nuestra experiencia en el Hotel &Spa Real Villa de Anayet
Para conocer un hotel y sobre todo para hablar de él hay que disfrutar en profundidad de sus instalaciones. No sirve de nada leer el folleto y hacer un copia y pega. Hay que estar como cliente, descubrir instalaciones y utilizar los servicios que ofrece. Este fin de semana me he decido a respirar en sus habitaciones, compartir mesa y mantel en su restaurante y disfrutar además de una excelente experiencia hidrotermal en su coqueto spa.
La experiencia ha sido muy agradable. El edificio es un clásico de piedra y tejado de pizarra con unas vertientes muy inclinadas par que la nieve descienda con más facilidad durante el invierno. Dispone de 70 habitaciones en tres alturas. El hotel apuesta por un concepto familiar. Ofrecerá paquetes turísticos en los que se incluirán rutas de senderismo , visitas guiadas a la estación de Canfranc, aparte de seguir manteniendo a los «clientes de toda la vida» que se podrán beneficiar de descuentos especiales.
Ya en su interior la madera se convierte en protagonista. Se aprecia en la recepción, en el comedor y en las salas de estar. La decoración, muy cuidada sin estridencias, aprovecha mobiliario antiguo y detalles florales que le aportan personalidad.
El nuevo equipo, joven y muy atento, consigue que la estancia sea muy agradable. La piscina exterior y el Spa convierten al establecimiento en un referente para disfrutar de unos días en este verano tan tórrido incluso en zonas altas del Pirineo.
Si ha esto le sumamos la variada posibilidad de realizar rutas senderistas por su entorno, la felicidad está al alcance de la mano. Sus precios están muy ajustados y la relación calidad precio sorprende positivamente.
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