Diez años han pasado después de que en 2007 se celebrase la primera cata. Durante todo ese tiempo han pasado por el establecimiento enólogos, propietarios de bodegas emblemáticas y los mejores sumilleres de España. La primera cata fue dirigida por Jorge Navascués de Bodegas Aylés y por Carlos Valero que trajo productos del grupo Louis Vuitton, Moet Hennessy. En 2010 se creó el ciclo de catas y maridajes coincidiendo con el 25 aniversario del restaurante, que elabora un calendario anual presentando los mejores vinos nacionales y extranjeros.
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En la cata que celebraba la número 100, acudieron a la convocatoria una selección de catadores liderado por Jesús Navaciués y los sumilleres Fernando Mora y Manu Jiménez . No podía faltar a este encuentro Carlos Valero, reconocido empresario del mundo del vino y gran amigo de la Casa.
La cena comenzó disfrutando de un blanco J.L Wolf Pechstein que se maridó con un vasito de salmón y atún rojo. Jorge Navascués trajo de la provincia de Teruel un blanco Lagar dAmprius Chadonay 2013 que acompañó a unos langostino a la plancha.
Carlos Valero sorprendió con un excelente tino de Garnacha D.O Campo de Borja creado por su equipo y que saldrá al mercado a finales de año . El nuevo caldo se llama Sota de Copas Sexy 2014 y que se compartió con unos fagotti di pera. Fernando Mora presentó el Frontonio Supersónico 2015 que elabora él mismo y que maridó con unas increíbles costillitas de cordero lechal empanadas como las de toda la vida y que nos trajeron el recuerdo el recuerdo infantil cuando nuestra madre nos las ponía para las excursiones. Manu Jiménez ofreció una combinación clásica y muy atrayente: un 904 La Rioja Alta Gran Reserva 1997 con un solomillo de vaca de Cárnicas Goya de Tolosa que estaba especialmente rica y en su punto de asado.
Para terminar los comensales disfrutaron de un queso de cabra Bettine Gran Cru, de Holanda que se acompaño con una de las sorpresa de la noche , un vino de Fuendejalón elaborado por el padre de Jesús Navascués en 1968. Un mezcla de pajarilla con tinto y con rosado. Una genialidad de las de antes. Para finalizar esta cata número 100, el equipo de Los Cabezudos eligió unas tejas y unos bombones para acompañar a un Heri Abelé Sourire de Reims 2007.
Los más valientes disfrutaron durante la sobremesa de una ginebra nueva y sorprendente: Puerto de Indias. Un destilado de origen Sevillano que dará mucho que hablar. Lamentablemente yo no me encontré entre estos héroes que terminaron la velada muy cerca de las dos de la madrugada.
¡Larga vida a las catas del restaurante Los cabezudos!
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