Los amantes de la cocina tradicional tienen una cita los días 1, 2 y 3 de febrero en el restaurante Donde Carol. El conocido establecimiento, situado en la capital aragonesa, ha querido rendir un homenaje a la cocina “de siempre” celebrando sus primeras Jornadas de La Cuchara de Madera.
El menú consta de seis platos principales y dos postres a elegir. En este post reflejamos cuatro de ellos.Todos ellos se toman, por supuesto, con cuchara. Cada una de estas recetas tiene su propia historia, que el cocinero de Donde Carol, Jesús Rubio, va contando conforme se van sirviendo.
La carta arranca con una sopa de cebolla de Fuentes de Ebro con castañas asturianas. Fue Estanislao Leczinski, antiguo rey de Polonia y apasionado de la gastronomía, el que descubrió esta sopa tradicional en una fonda francesa y decidió llevársela a la Corte. Desde ese momento, adquirió popularidad y se convirtió en el plato con el que terminaban las juergas nocturnas.
El siguiente palto en servirse es una Harira marroquí. Se trata de una sopa tradicional, procedente de Marruecos, con base de carne y que no puede faltar en ningún Ramadán. Contiene comino y cilantro, lo que le da un sabor muy característico. Los garbanzos al azafrán con bacalao de Islandia y trufa de la Sierra de Algairén son un plato de tradicional que no puede faltar en estas jornadas. La curiosidad de esta especialidad es que, pese a estar elaborado con pescado, es un plato que se consume mucho en el interior, ya que el bacalao, al estar en salazón, era uno de los pocos productos que aguantaba los largos viajes. El siguiente plato es un homenaje del cocinero Jesús Rubio a su abuela: Caracoles a la Josefina.
El rancho aragonés tampoco puede faltar en este homenaje. Es un plato típico de los agricultores que estaban largas horas en el campo, así que una de las maneras de hacer la comida era coger una ranchera grande y ponerla a la brasa con arroz, patata,
conejo, cerdo y todo lo que encontraban. Es un plato muy calórico.
Otro clásico de cuchara son los callos del chef. Es el plato madrileño por excelencia. Generalmente se hacía con las partes menos nobles de los animales. Era la mejor manera de hacer un plato contundente y económico. Posteriormente, se convirtió en un plato de clases medias y altas. Además, en este menú, se pueden degustar dos postres típicos aragoneses: leche frita con helado de calostro y crespillo de borraja con miel de caña y crema inglesa
de almendras.
“Estas jornadas son un sincero homenaje a los guisos de nuestras abuelas. Antiguamente estas elaboraciones se tomaban siempre con cuchara de madera, desde luego, los alimentos saben mucho mejor que con las actuales de metal. Son platos que, salvo los callos, son difícil de encontrar en las ofertas gastronómicas de los restaurantes de hoy en día”, ha explicado el cocinero del restaurante Donde Carol.
El precio de este menú con maridaje es de :45 euros.