El Certamen organizado por Horeca en su XVI edición cuenta con la participación de 42 restaurantes de la capital. Esperado por gastrónomos y profesionales del sector, se ha convertido en una referencia nacional. Son menús a precios cerrados, con una propuesta personal de cada uno de los chef. Supone una excusa ideal para conocer propuestas que no son habituales y consiguen atraer de esta manera a una clientela con ganas de probar cosas nuevas.
Nuestra primera vista ha sido al restaurante “El Chalet» que dirige Ángel Conde. Tras unos sencillos pero muy bien elaborados aperitivos, llegó a la mesa una ensalada de trucha con cuajo de queso y tierra de olivas, pura frescura y con una equilibrada mezcla de sabores. Un arroz meloso con setas, hongos y escabeche ligero de perdiz fue el primer plato principal. En su punto. El rulo de ternasco IGP asado sin hueso y chilindrón de caracoles nos dejó sorprendidos por su melosidad. Resulta muy cómodo tomar el ternasco sin partes duras, pero con la combinación de texturas magras y gelatinosas en perfecto equilibrio. Para finalizar, crema de vainilla tostada y helado de melocotón elaborados a partir de lácteos y frutas en el propio establecimiento. Una especialidad del Chalet que no deja indiferente a nadie.
El menú, acompañado con vino Corona de Aragón Crianza, monovarietal de Garnacha, resulta una elección muy acertada. El servicio y el ambiente de la casa rozan el notable alto.
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