Un proyecto que une vino, arte y paisaje
La DOP Somontano da un paso más en su fusión entre cultura y territorio con el nuevo Programa de Residencias Artísticas 2025 impulsado por la bodega ENATE. Dos artistas, Jon Cazenave e Irati Inoriza, y un comisario, Rafa Barber, vivirán durante cuatro semanas en espacios tan singulares como el Balneario de Panticosa, la bodega ENATE y la Casa de Velázquez en Madrid, desarrollando proyectos vinculados a la naturaleza, la viticultura y la sostenibilidad.

Una experiencia inmersiva durante la vendimia
El calendario no es casual: septiembre es tiempo de vendimia, y los residentes participarán en todas sus fases, recorriendo viñedos, dialogando con el enólogo Jesús Artajona, y sumergiéndose en catas, aromas y texturas que nutrirán su creación. También realizarán rutas guiadas por el Valle de Tena y talleres con expertos en cambio climático, arte y ecología.
Un compromiso con el arte contemporáneo
La iniciativa refuerza el compromiso cultural de ENATE, que ya en 1997 creó su prestigioso Premio de Arte, del que han salido nombres como Eva Armisén o Gema Rupérez. En palabras de Luis Nozaleda, director general de la bodega, “este programa promueve un enfoque interdisciplinario: el vino como símbolo de comunidad, diálogo y creatividad”.
El broche llegará en octubre, con un Open Studio en la Casa de Velázquez donde se presentarán públicamente los trabajos desarrollados. Un puente entre el vino y el arte que consolida a ENATE como un referente no solo enológicos, sino también culturales en Aragón.
Con este paso, ENATE refuerza su vocación como bodega-museo, donde el vino no es solo un producto, sino un canal de expresión artística. La residencia busca que el viñedo se convierta en estudio, la barrica en lienzo y el Somontano en inspiración. Una fórmula que define lo que es hoy esta bodega aragonesa: arte líquido y cultura en estado puro.
Este primer Enate programa residencias artísticas se enmarca dentro de una larga trayectoria de la bodega en apoyo al arte contemporáneo. Desde hace décadas, ENATE ha promovido el encuentro entre vino y cultura visual a través de exposiciones, premios y colaboraciones con artistas nacionales e internacionales. Su sala de arte, integrada en la propia bodega, es uno de los espacios culturales más singulares del Somontano. Con esta iniciativa, se consolida como referente en el enoturismo creativo, capaz de atraer talento, diálogo y sensibilidad artística al entorno rural.