El Batán de Tramacastilla, protagonista en el Ámbito Cultural
Ayer, 14 de octubre, el Ámbito Cultural de El Corte Inglés acogió la segunda entrega del ciclo Cocineros de Aragón con estrella Michelin, organizado por la Academia Aragonesa de Gastronomía. La sesión tuvo como protagonistas a María José Meda y Sebastián Roselló, del restaurante El Batán de Tramacastilla, quienes dialogaron con el académico Miguel Ángel Vicente, director de El Gastrónomo Zaragozano.
Tras la presentación de Ernesto Fabre, presidente de la Academia, la conversación giró en torno a la historia, filosofía y esencia de un restaurante que es mucho más que un destino gastronómico: una lección de territorio, constancia y sensibilidad.

El Batán de Tramacastilla: una historia de esfuerzo y armonía
“En medio de la Sierra de Albarracín —recordó Vicente— hay un edificio que conserva el rumor del agua y la memoria del trabajo manual. Fue un batán, una fábrica de lanas donde el agua y la piedra tejían el esfuerzo humano. Hoy, más de un siglo después, ese mismo lugar alberga el único restaurante con estrella Michelin de Teruel.” Con esas palabras se abría una conversación íntima, cercana y sincera.El periodista subrayó que María José y Sebastián “no solo comparten un proyecto, sino una manera de entender el mundo: con los pies en la tierra, la cabeza en la cocina y el corazón en Tramacastilla”. Desde 1999, ambos han convertido el antiguo batán en un referente nacional donde el territorio se transforma en arte.
Una estrella que no cayó del cielo
El diálogo repasó sus comienzos, la restauración del edificio, la búsqueda de un estilo propio y la llegada, hace doce años, de la estrella Michelin. “Esa estrella —apuntó Vicente— no cayó del cielo: fue fruto de una filosofía clara. En El Batán, la creatividad no es ruptura, sino diálogo con el entorno. Cada plato parte de la tierra —trufa, setas, cordero Ojinegra o esturión del Alto Tajo— y se eleva con técnica y emoción.”
La complicidad entre sala y cocina, entre María José y Sebastián, fue otro de los ejes de la charla: “trabajamos como si cocináramos una conversación”, dijo ella. “Ella compone los silencios y él los pronuncia”, resumió el académico.

El silencio como ingrediente
El público llenó la sala, atraído por la serenidad con que los protagonistas describieron su forma de entender la cocina: un espacio donde tradición y contemporaneidad conviven sin estridencias. Su relato fue, más que una entrevista, una meditación sobre el arte de hacer las cosas bien.
El acto concluyó con la proyección del vídeo El Batán, la luz que brotó del silencio, realizado por Agencia Almozara, disponible en el canal de YouTube de la Academia Aragonesa de Gastronomía.
El ciclo Cocineros con Estrella Michelin —que continuará en noviembre— demuestra el poder de la palabra en la gastronomía. Y lo hace recordando algo esencial: que detrás de cada plato hay una historia, una pareja, un territorio y una emoción.
👉 Puedes ver el vídeo completo aquí: Canal YouTube Academia Aragonesa de Gastronomía
Fotos de Cristina Martínez . Estudio Almozara