

El Club Casademont Zaragoza, que comenzó su andadura hace apenas cuatro años gracias a un convenio con Stadium Casablanca para competir en la Liga Femenina Endesa, ha experimentado un crecimiento meteórico. Su ascenso culminó el año pasado al ganar la Copa de la Reina, consolidándose como un referente no solo en el ámbito deportivo, sino también en el corazón de los zaragozanos, quienes abarrotan el Príncipe Felipe cada semana para apoyar a su equipo.
En reconocimiento a este fenómeno y al impacto positivo que ha generado en la comunidad, la Asociación de Pastelerías decidió conceder al Club Casademont Zaragoza el máximo galardón que otorga el gremio: el Lanzón. Este premio, que lleva el nombre del popular postre "El Lanzón", instituido en 1984 por la Asociación, reconoce a instituciones o personas que han contribuido de manera destacada al desarrollo y promoción de la gastronomía y la cultura zaragozana.
Además de la entrega del premio, el evento sirvió como ocasión para homenajear a tres de los asociados jubilados de la Asociación, quienes recibieron un reconocimiento por su dedicación y trayectoria profesional. Ana María Grasa Bailó, Fermín Cormago Pérez y Pablo Villalba Gotor fueron honrados con unas palabras que resaltaron su invaluable contribución al sector de la pastelería en Zaragoza.
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