Romanos revive su tradición más querida este 26 de agosto con la celebración de las migas y el vino en teja, una experiencia única en Zaragoza.
Romanos, un pequeño pueblo de la provincia de Zaragoza, se prepara para vivir este lunes, 26 de agosto, una de sus tradiciones más emblemáticas y singulares: las migas y el vino en teja. Este evento, que ha sido declarado Fiesta de Interés Turístico de Aragón desde 2016, es un auténtico acontecimiento cultural, turístico y gastronómico que congrega a vecinos y visitantes en un ambiente festivo y lleno de historia.
La festividad, que forma parte de las celebraciones en honor a San Bartolomé, comienza a las 18:30 horas en la plaza del Ayuntamiento, desde donde parte un recorrido que inunda las calles de Romanos de aromas y sabores tradicionales. La particularidad de esta fiesta reside en la forma en que se sirve la comida: las migas y el vino en teja se reparten directamente en la mano de los asistentes, mientras que el vino se sirve en antiguas tejas de origen árabe, una práctica que evoca tiempos pasados y refuerza el carácter histórico de la celebración.
Para asegurar que todos los presentes disfruten de esta tradición, los preparativos comienzan una semana antes, con los “migueros” dedicando largas horas a cortar más de 1.100 barras de pan, que serán utilizadas para elaborar las migas siguiendo la receta local. A diferencia de otras zonas, en Romanos las migas no se fríen, sino que se escaldan, lo que les confiere una textura y un sabor únicos. Este año, como es costumbre, se repartirán más de 120 litros de vino donados generosamente por un vecino del pueblo.
El día de la celebración, los “migueros”, ataviados con trajes tradicionales, se encargan de servir el vino utilizando un almud, un antiguo instrumento de medida, y de transportar las migas en carretillos de forja especialmente acondicionados. Durante el recorrido, la música de la charanga anima a los participantes, creando un ambiente festivo que perdura en la memoria de todos los que asisten.
El origen de esta tradición se remonta a más de 200 años, cuando los habitantes de Romanos comenzaron a repartir comida durante la fiesta de su patrón. Aunque la primera referencia documentada de esta celebración data de 1926, la costumbre de compartir migas y vino en teja ha perdurado a lo largo del tiempo, convirtiéndose en un símbolo de la hospitalidad y el espíritu comunitario de este pueblo zaragozano.
Con el paso de los años, la fiesta de las migas y el vino en teja ha ganado reconocimiento, atrayendo cada vez a más visitantes que acuden a Romanos para vivir una experiencia que une la gastronomía, la historia y la tradición en un solo evento. Sin d duda, una cita ineludible para quienes buscan descubrir el alma auténtica de Aragón
