Platos con historia en Aragón: tradición servida en cada plato
Bodega Pirineos ha presentado la ruta Platos con historia en el histórico espacio de Casa Moneva, Zaragoza. Esta celebración gastronómica en torno al nuevo vino 3404 Tuca D’Aneto Barrica 2023 une cocina y relato. El objetivo: compartir platos con historia en Aragón, una experiencia que une productos del territorio, recetas con alma y emoción narrativa en la mesa.

Los recuperados chiretones de Casa Congastán, en Chía, Huesca.
Recetas con memoria y sabor local
Desde restaurantes galardonados hasta casas de comidas familiares, los 42 establecimientos participantes ofrecen propuestas elaboradas con productos aragoneses de calidad: Ternasco de Aragón IGP, Jamón de Teruel DOP, borraja, espárragos o anguila. Platos como callos, migas, chilindrones o pepitorias reviven en manos de chefs que rinden homenaje a sus raíces.
Un vino joven que quiere escuchar
La estrella de la ruta es el 3404 Tuca D’Aneto Barrica 2023. Como cualquier recién nacido, necesita historias para crecer. Y qué mejor entorno que el de estas cenas con historia en Aragón, donde cada receta se transforma en relato y cada copa en conversación. El vino, elaborado por cientos de cooperativistas del Somontano, se convierte así en símbolo de una celebración colectiva.

Javier Fillat y Silvia Arruego, de Bodega Pirineos; la directora general Amparo Cuéllar; y el director de Gastro Aragón, José MIguel Martñinez Urtasun
Escuchar lo que se sirve en la mesa
La experiencia no se limita a comer. En cada restaurante, el personal de sala narrará el origen del plato: una historia familiar, un recuerdo del cocinero o una tradición recuperada. Porque sentarse a la mesa es también conocer, descubrir y compartir.
Toda la info en :https://www.bodegaspirineos.com – Página oficial de Bodega Pirineos, promotora de la ruta gastronómica Platos con historia.

Actualizados espárragos del restaurante Trasiego, de Barbastro.
Una oportunidad para redescubrir Aragón a través del paladar
La ruta Platos con historia también es una invitación a recorrer Aragón con otros ojos —o mejor dicho, con otro paladar—. Cada restaurante participante se convierte en un pequeño embajador del sabor y la memoria colectiva. Desde los valles del Pirineo hasta las tierras turolenses, pasando por las huertas zaragozanas, esta propuesta pone en valor la identidad culinaria de la región y la riqueza de sus productos. Redescubrir Aragón nunca fue tan sabroso ni tan emotivo.
Fotos: Gabi Orte Chilindrón