
El Hotel Avenida de Zaragoza una opción moderna y económica
El Hotel Boutique Avenida ha batido récords en Zaragoza al obtener las tres estrellas como alojamiento tras su reciente remodelación
Antes de la remodelación misma, que ha avanzado ya más allá de las zonas comunes de la planta baja hasta varias de las plantas que lo sustentan en plena Avenida de César Augusto 55, ya tenía 2 estrellas. Pero desde luego el esfuerzo del actual director, Ignacio Nieto, nieto del fundador allá por 1958, y de la subdirectora e interiorista, Carmen Fernández Ariza, ha dado sus frutos rápidamente.
Para obtener las tres estrellas, un alojamiento ha de cumplir con numerosos requisitos, como haber realizado reformas desde que ostentaba las dos estrellas, las dimensiones de los pasillos, que en el elegante hotel zaragozano son de lo más espacioso; el número de salones y zonas comunes con ascensor, bar y servicio, como se da el caso; y que los huéspedes dispongan de teléfono, calefacción y aire acondicionado en las habitaciones, las cuales, deben ser generosas, como se comprueba en la doble suite superior, que cuenta con una estancia amplia y detalles que la convierten en un lugar con mucho encanto.
También evalúan, aparte de lo de los criterios técnicos, que el interiorismo sea de lo más atractivo, y, ahí, por supuesto, el Hotel Avenida destaca sobremanera entre todos los alojamientos de su categoría en la capital aragonesa, como fruto de la experiencia como decoradora y el buen gusto de Fernández Ariza.

El interiorismo, con muchas influencias
Todo esto se debe a una decoración basada en el diseño emocional: está demostrado que el entorno influye mucho en las emociones, así como la armonía cromática, los materiales, el tipo de luz, dónde enfoques esa luz, que esté perfectamente regulada en cada rincón… Todos esos detalles, junto con la antigüedad del edificio en sí, les ha permitido crear un proyecto que causa serenidad, equilibrio, armonía, bienestar, concentración, en definitiva, bienestar, en sus clientes.
En general, se trata de un diseño minimalista con un estilo arquitectónico rústico de fondo porque han conservado el edificio, con sus muros maestros integrados entre las paredes y los pulidísimos suelos; a lo que han añadido bellísimos rincones muy estudiados que demuestran una influencia de la zona de Baleares, Japón y África, del Mediterráneo, consiguiendo una armonía cromática en colores cálidos con ánforas, tinajas, bambú, madera y tejidos de tonos claros.
Es más, también abundan las influencias de Oriente porque tienen mucho material, como taburetes y madera trabajada en la antigua China, detalles presentes en los baños que les confieren un toque muy especial. Incluso han personalizado los colgadores de las puertas donde está la información básica que necesitan los clientes o el cartel de no molesten.