
Joyería Suárez presentó de la mano de Cari Lapique su nueva colección de piezas exclusivas
Makech, la nueva colección de Joyería Suárez se presentó en sociedad en la capital aragonesa en una doble convocatoria.
En una reunión privada, en una sala privada de El Corte Inglés, donde Suárez tiene su sede en Zaragoza, 20 mujeres junto con Cari Lapique y yo , conocieron de primera mano el proceso de fabricación a través de su responsable, Rubén García. Además aprovecharon el encuentro para descubrir detalles del concepto de creación de las piezas e incluso algún adelanto de próximas colecciones. Más tarde, en su boutique situado en la planta baja de El Corte Inglés, empresarios y profesionales representativos de la sociedad zaragozana disfrutaron de una degustación de champán mientras apreciaban en detalle las hermosas piezas.
Un evento muy esperado quizás por la presencia de Cari Lapique, plenamente involucrada con la afamada firma de joyería quien nos confesó su escapada para visitar nuestra Virgen del Pilar previamente a la fiesta. Cari Lapique es una devota de nuestra patrona
Entre los invitad@s las empresarias Irene Carmen, Mercedes Ortíz, Ana Ordovas, Inmaculada Gómez, Maite Anglada, Yolanda Queen, Elena Peiró, la blogger revelación Carmen Lardies o la reputada wedding planner, Reberca Tabernas. También disfrutaron de evento, Alvaro Cardemil, responsable de Unidad Editorial, la galerista Cristina Marín, Ana Muñoz o el organizador de eventos sociales, Nacho Viñau. Una grata sorpresa encontrarnos con la encantadora Isabel Paricio, embarazadísima; las periodistas más “it” Natalia Fondevila y Patricia Navarro. La comunidad blogger representada por Roxane, Lorena Arbués, Silvia Blogssipgirl, Raul Hernández, Raquel de A Sweet Girl, Pilar de El Correo de Bambina, encantadora y ya casi a puerta de su boda, Esther Elipe, la incombustible Susana Tejedor o Patricia con su TrendyShopperblog.
Respecto a ala colección, hay que precisar en primer lugar que Makech es una leyenda, pero Suárez sabe muy bien que hay leyendas que merecerían ser ciertas, que también con las joyas surge el deseo de no querer separarse nunca de ellas. En la colección existen algunas piezas transformables, capaces de actuar como colgante pero también como broches, como una inofensiva abeja con diminutas gemas en el aguijón y una preciosidad en el cuerpo, o la mariposa que copia colores y vuelo a las reales.
Sin embargo, en Suárez, la Casa de la Alta Joyería española, en la que conviven clasicismo y modernidad, están convencidos de que cualquiera de sus joyas con formas animales podría alegrar el más oscuro traje otoñal o convivir con el frío invernal. A ese juego se prestan libélulas y mariposas de amatistas, zafiros multicolores y tsavoritas.
Libélulas y mariposas ligeras, frágiles en apariencia, reproductoras del movimiento real y con colores que se merecen haber sido robados directamente del reino animal, una labor esa de elegir las mejores piedras y las más adecuadas que obviamente supone un arduo y artesano trabajo, el que caracteriza a la gran marca del lujo joyero español desde hace más de setenta años.
Una de las piezas estrellas, que se pudieron admirar en la muñeca de Cari Lapique, una salamandra, hecha de bellas zafiros y tsavoritas de azules de todas las intensidades posibles. En teoría inmóvil respecto a las anteriores. Sin embargo, se transforma, no en formas sino en colores, porque según le toque la luz parece una u otra, gracias a una especie de locura cromática, a ese deseo de miles de destellos fruto, como es costumbre, de la altísima calidad de la materia prima que busca la familia, las mejores y más bellas entre las más preciadas gemas, una a una.